Después de recibir aquellas charlas, y aquella fascinante experiencia del Palacio Euskalduna, así como la del éxito de las ventas del "Día del comercio justo", Fundación Vicente Ferrer nos brindó la oportunidad de colaborar directamente con ellos con un proyecto de bicicletas.
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Lo que hicimos en nuestra clase fue lo siguiente. Durante un mes, en todos los recreos, vendimos bocadillos de tortilla a precio popular de un euro, para comprar el máximo numero de bicicletas posible. Finalmente, y tras mucho sudor, conseguimos recaudar el dinero suficiente como para comprar 16 bicicletas.
Luego, en nuestro viaje, pudimos ver de primera mano cómo esas bicicletas habían llegado a su destino.¡Qué satisfacción!