Yo no monté en ricksaw

Nos ha cambiado la vida (como tituló DEIA en su versión digital y de papel). Ha sido inolvidable. Una locura. Increíble. Maravilloso. Único. Y un largo etc.

Es imposible describirlo, si no lo has vivido antes. Y aún viviendolo, por mucho que los que hemos tenido la oportunidad de disfrutar esta experiencia lo describamos, nunca llegara el mensaje al cien por cien. Simplemente, porque hay que vivirlo.

Aún así, en "Yo no monté en Ricksaw", narramos la experiencia de cada uno de nosotros durante el viaje, centrándonos en todas las obras que Fundación Vicente Ferrer desarrolla en Anantapur y en Andra Pradesh. Es complicado transmitir con total exactitud cada detalle de las obras que se desarrollan allí, pero nosotros lo narramos de una perspectiva diferente. Lo narramos desde el punto de vista de unos alumnos de bachillerato, de 18 años que, en uno de los cursos más decisivos de nuestra vida estudiantil, nos arriesgamos a embarcarnos en un proyecto que a gran parte de la gente de nuestra edad no le resultaría atractivo, y en el que pudimos obtener una experiencia totalmente enriquecedora, una experiencia vital.